Tanto en un gimnasio como en un centro de entrenamiento personal, hay máquinas, mancuernas, la gente se esfuerza y suda, pero hay una diferencia principal: la planificación, guía y la motivación del entrenador.

En un gimnasio se paga por la utilización del equipamiento, mientras que un centro de entrenamiento se paga por el disfrute del material y el asesoramiento personalizado del entrenador.